sábado, 16 de marzo de 2013

Universos Alternos, nuevas alternativas para viejos dioses y amores.



La opción de contar con distintas realidades ha sido siempre una gran fuente para los escritos de fantasía y ciencia ficción. Nos permiten jugar con posibilidades nuevas sin alterar nuestra línea narrativa original, bien podemos adentrarnos en un “¿qué habría pasado si?” o simplemente tomar el lado oscuro de un futuro que aún no ocurre para fundamentar los pasos a seguir en nuestra historia original. Y así como es un recurso literario, el comportamiento cotidiano tiene estas tendencias pues, al igual que en muchas historias uno quisiera ver alternativas a la línea original por inconformidades, en la vida cotidiana también hay inconformidades, que para no llamarlas así optamos por matizarlas como fantasías. Es así como en una galaxia muy lejana… Las virtudes se materializan un campeón y se vuelve un eterno justiciero, todo aspecto de belleza se conjuga en una dama y esta siente una tremenda atracción por nosotros, o simplemente los dolores cotidianos encuentran cura en una utopía y nos consuela saber que algún día la realidad se le parecerá.

Y así es como hay quienes  toman como espacios para expulsar a aquellas creencias peligrosas. La imaginación es un exquisito exilio para antiguos dioses que ya no encuentran cabida en los poderes actuales, que proponían rituales ahora repudiados o sacrificios a los que ahora nadie está dispuesto, son víctimas de la transvaloración moral.

Del mismo modo algunos utilizan estos universos alternos para proteger de los vicios a sus deseos más añorados, mantienen el anhelo dentro de un mundo onírico que de preferencia se deja visitar por él en lugar de buscarlo. Así los sueños intercalados por pesadillas adquieren un gran valor, ya que en temporadas de crisis aumentan las segundas para poder presentar los primeros como un símbolo de esperanza. La fantasía también suele ser el campo donde los seres inalcanzables suelen tener un gesto agradable, el problema en comparación con los sueños, es que la fantasía, al llevarse a cabo despierto, suele ser más frágil y su confrontación con la realidad es dolorosa, sobre todo porque estas nacen de una profunda inconformidad con la realidad.
No obstante el mundo no es tan malo por sí solo, en realidad es muy generoso, y somos nosotros quienes agregamos los aspectos posesivos que envician a las deidades que después habremos de expulsar, pues cuando un Dios o un amor imposible se mandan al imaginario, es por situaciones de intereses. Así se le rescata únicamente por partes, teniendo preferencia por los recuerdos hermosos o las explicaciones inocentes. De los dioses tomamos la grandeza que inspiraban y se comparten como mitos, y de los fracasos se toma el entusiasmo inicial para resaltar una supuesta ganancia. Se les invoca constantemente con nostalgia, con un fervor que en su pretensión por ser discreto opta por la melancolía, por ello se les ocupa no como referencia, sino como inspiración.

Y así obtienen una nueva oportunidad las antiguas deidades, una oportunidad para convivir amablemente con nosotros, se convierten en inspiración de la obra que refleja los sentimientos, las convicciones e ideales. Los antiguos dioses y amores se vuelven arte, la tragedia inmortaliza a los caídos y justifica a los tiranos vencedores marcando como único tirano al derrotado, la memoria vuelve ángeles a los que nos fueron lejanos y valquirias a quienes no pudimos superar.
Pero el universo ajeno es gobernado por ellos, y quienes los mandaron no pueden ya cambiarles nada, al declarar una victoria contundente ante ellos, irónicamente firman una derrota por manipularlos, y como condena solo les queda extrañarlos.

Por eso son seres míticos, de un tiempo en que todo era mejor, los Dioses bajaban con los hombres, y las musas no habían huido aún. El arte refleja ese universo alterno, donde aún ellos gobiernan y desde el lugar que acá intentamos recrear. Ahora no estoy seguro si la fantasía imita a la realidad, o es al revés.

Los Rivales del Checo.



El gran circo ha abierto el telón, y no necesita al estruendo de cohetes que anuncien su llegada, ni trompetas o coros que le abran paso. No, lo único que necesita el máximo espectáculo para causar todo tipo de emociones es encender motores y un camino. Y si a esto agregamos el característico entusiasmo nacionalista del mexicano, no será contenida la alegría de tener una vez más, no a uno, sino a dos pilotos nacionales en la competencia más importante del deporte industrializado.

Desde que Pedro Rodríguez coincidió con Moisés Solana, no había 2 bólidos destinados para los mexicanos, pese a que las temporadas pasadas “Checo” y “Guti” pertenecían a  la misma escudería, no eran ambos titulares. En cambio este año, además de compartir turno en la misma pista, compartirán la oportunidad de convertirse en el mejor piloto del mundo, hecho que por consecuencia les genera una rivalidad.

Teóricamente Sergio Pérez es el piloto que promete un mejor rendimiento entre los mexicanos; es su tercer año en F1, su equipo tiene mayor prestigio y figura como protagonista en la lucha por el título. Algo que con  Sauber representaba una hazaña y ahora representa una mayor responsabilidad y exigencia.

Ante los reflectores que iluminarán a Sergio Pérez se marcarán todos sus movimientos, y entre ellos sus duelos personales, pues después de 2 años, ya se ha hecho de rivalidades confirmadas. He aquí las tarjetas de presentación de… Los rivales de Checo.

Sebastian Vettel, el supersticioso. Es poco probable que el piloto alemán esté pensando en Pérez día y noche, pero es el campeón y en principio, la rivalidad con él sería sinónimo de un buen paso. De él hay mucho que decir, no obstante se necesitan pocas palabras. Es el piloto más joven en puntuar (en su mismo debut), el más joven en ganar una pole o un GP (ambos en 2008 en el GP de Italia), el campeón más joven en la historia de F1 y además Tricampeón consecutivo actual. La constancia es su principal virtud y la superstición su llamativa curiosidad. Suele llamar a sus autos con nombres de chicas y pasar una moneda de la suerte por encima de sus zapatos. Admira a la triada de grandes Migueles (Schumacher, Jordan y Jackson) y parece que nadie le puede quitar su actual título, actualmente el mejor.

Pastor Maldonado, el némesis. Si Checo fuera Batman y tuviera una competencia sana con Superman (Vettel), Maldonado sería su Joker. El piloto venezolano comparte el mismo tiempo en F1 que tiene el mexicano, ambos fueron rivales en GP2 y ahí tuvieron sus primeros roces al quedar en primero Pastor y en segundo Sergio en el campeonato, marcando su rivalidad deportiva muy pareja. Para 2011 sonaron rumores sobre el interés en el mexicano por parte del equipo Williams, no obstante el apoyo de la empresa petrolera venezolana Petróleos de Venezuela, Sociedad Anónima. Le ayudó al sudamericano a ser preferido y quitarle la aparente oportunidad de oro a Checo. Ya dentro de la pista como pilotos de F1 han tenido varios encuentros directos, el momento donde su antagonismo fue más notable se dio en el GP de Silverstone en 2012, Maldonado chocó a Pérez  y lo hizo abandonar la carrera cuando llevaba muy buen ritmo. Checo después arremetió contra él llamando “estúpida” a la maniobra con la que lo impactó, además agregó que Pastor realizaba este movimiento constantemente y a otros pilotos los había afectado en distintas ocasiones.

Esteban Gutiérrez, el paisano. Debería ser una competencia amistosa, una lucha en conjunto por el orgullo nacional, un evento que deje en alto el nombre del país. Pero muchas veces las mayores rivalidades se dan entre personas de la misma casa, e inevitablemente el choque de distintos equipos fragmentará el corazón de los fanáticos mexicanos. Guti fue compañero de Checo en escudería Telmex desde mucho tiempo atrás y le siguió los pasos en distintas categorías, ambos formaron parte del programa de apoyo a talentos de Carlos Slim y Esteban fue el piloto de pruebas en Sauber cuando Checo ya era el segundo titular. Ambos pilotos son muy técnicos y con un trazo limpio, cuentan con cualidades similares y el apoyo de todo México, en contraste, Guti presenta un proceso más exitoso y rápido que el que tuvo Sergio a su edad. Si este año se logra imponer en una carrera personal Pérez, en un corto tiempo Gutiérrez podría convertirse en su pesadilla. 

Jenson Button, el compañero. En la F1 es bien sabido que el primer rival es el propio compañero, y en particular McLaren ha sido casa de grandes conflictos entre compañeros, véase aquel entre Alain Prost y Ayrton Senna o Lewis Hamilton y Fernando Alonso. El pertenecer a un equipo protagonista en la F1 conlleva a tener como coequipero a uno de los pilotos más destacados del certamen, lamentablemente Pérez parte en desventaja al ser el segundo piloto y porque Button es inglés (En el pasado McLaren ha tenido favoritismos con los pilotos de la casa). Button ya fue campeón del mundo y tiene mucha más experiencia que el mexicano, por ello checo debe tener una participación inmaculada pues, tarde o temprano comenzarán las comparaciones dentro de McLaren. 

Lewis Hamilton, el ex. El último campeonato de la escudería se lo dio él, antes de Vettel fue el campeón más joven y además, el primer campeón de color. Pese a que ya no pertenece a McLaren, su imagen sigue vigente en la escudería, y si Sergio no logra borrar el recuerdo con buenas actuaciones lo antes posible, en un futuro los jefes comenzarán a cuestionar el haber optado con él. Actualmente enfrentará a Lewis que fichó con Mercedes para cubrir el puesto que dejó la leyenda Schumacher, Hamilton tiene una técnica de manejo sobria y efectiva, prometió este año ir tras la cabeza de su ex compañero Fernando Alonso lo que lo impulsará a ser un piloto destacable. -Es él a quien quiero derrotar. También querría derrotar a Seb (Vettel) porque son los corredores con más títulos. Pero Alonso es el corredor más veloz que veo. Es uno de los más experimentados-. Declaró Hamilton.




Fernando Alonso, el gachupín. Fuertes rumores acomodaban el año pasado a Checo en Ferrari como su coequipero, esto inspiró al mexicano a correrle de tú a tú a uno de los pilotos favoritos para ganar el campeonato. Aunque sana, la competencia llegó a tener momentos épicos como en el GP de Malasia en el que prácticamente Checo dejó ganar al asturiano por una instrucción de su equipo que le pidió conservar la segunda plaza y no arriesgar el auto. En Italia, Ferrari quería el GP de su propia casa y Pérez esta vez venció a Alonso dejándolo en 3er lugar.





Sergio Pérez, él mismo. El más grande rival que una persona puede tener es uno mismo, Sergio ha demostrado ser un piloto con un estilo limpio, procura un trazo perfecto en cada pista y así ahorra combustible y neumáticos, es cuidadoso con el auto y su sencillez le evita enemistades, lamentablemente también tiene varios factores en contra, el año pasado abandonó 6 veces (de 20 carreras) y sus actuaciones destacadas han sido partiendo en puestos traseros, y aunque es una de sus virtudes el remontar posiciones al por mayor, se le dificulta mucho mantener una ventaja adquirida en las últimas vueltas. También confía demasiado en un desarrollo tranquilo de la carrera y se mantiene firme con su estrategia, y eso le cuesta trabajo para superar un accidente durante los GP. También su nueva casa le presenta nuevas ventajas y compromisos, ya no tiene el respaldo de Slim (Por el convenio entre McLaren y Vodafone, no puede ser imagen de otra empresa de telecomunicaciones), tampoco será aceptable que abandone o que no haga puntos, y si le va bien, los demás pilotos le cazarán como prioridad.

A pesar de la competencia Sergio disfruta correr,  y eso es más que suficiente, cada rival solo es un motivo más para salir a la pista a vencer, ya pasaron los tiempos de los de la península latina y el  ueni uidi uici, el Cavallino Rampante ya no monopoliza las carreras y el escarlata más feroz es el de un toro. Vettel, Hamilton, Alonso, Maldonado o Gutiérrez  son la muestra que una nueva generación es la realidad de la F1, son la realidad que enfrentará esta temporada Checo Pérez.

Germán, en el nombre del demonio

Germán…  Claro que recuerdo ese nombre, yo nunca olvido uno: pequeña víctima de sí mismo, ignorante de su capacidad, temeroso del profu...